Hace algún tiempo, vivió un hombre que llegó a tener más de cien años, gozaba de una visión clara, en lugar de borrosa y su oído aún era fino, sin duda. su cuerpo robusto y sin enfermedades. Las personas le preguntaban cual era su secreto de longevidad y el anciano les respondía que tan sólo se debía a las infusiones de casia que se preparaba. Según la medicina china, esta semilla sería fría, amarga y dulce y actuaría sobre los meridianos del Intestino grueso y del hígado. Siendo sus funciones las de desbloquear el hígado, dar brillo a los ojos, y también hidratar al intestino para liberar las heces correctamente. Autores como Li Shi Zhen del Compendio de Materia Médica decía que tomar estas semillas cada día nutría la esencia y tonificaba nuestro cuerpo siendo beneficioso para nuestros órganos internos. Hoy las investigaciones nos muestran que las semillas de casia contienen chrysophanol y archen que pueden proteger el nervio óptico y también tratar cataratas, la inflamación ocular y el glaucoma También se ha demostrado que pueden disminuir la presión sanguínea.
Preparación; infusión con 10 gramos de semillas de casia a diario.
