La palabra “Moxa” procede de un término japonés “mogusa” y cuyo término en chino se escribe “jiu” y ¿qué significan estas palabras ?; significan “calentar”.
Generalmente el material de las moxas suele ser hierba Artemisa pero puede hacerse con otras diferentes. Estas hierbas se enroscan a modo de cono que al encenderlo genera un gran calor que aprovechamos para aplicarlo de forma indirecta sobre los puntos de los meridianos en los que queremos incidir.
También existe otra técnica que consiste en la moxibustión directa aunque hoy en día es menos utilizada y consiste en encender pequeñas moxas que se colocan sobre la piel. Ésta técnica se ha modificado añadiendo una base a las mismas que aportan un mayor confort al paciente.
Lo que conseguimos con este tratamiento es tonificar aquellos puntos de los órganos que se encuentran con una deficiencia de energía y sangre suponiendo éste un buen complemento para el tratamiento de Acupuntura. Por una parte, podremos combinar el uso de agujas y moxas según las necesidades que el profesional estime oportunas y al mismo tiempo se podrá utilizar como sustituto en aquellos casos en los que se deba de tonificar y el paciente tenga cierta aversión a las agujas.
