En el mundo en el que vivimos, cargado de estrés, egoísmo, catástrofes.. a algunas personas les resulta complicado vivir en armonía, en parte porque no cumplen lo que hablan o simplemente porque no dicen lo que piensan, sino aquello que creen que deben decir, en parte por protegerse y en parte por cobardía. Para poder estar equilibrados mentalmente y por tanto que nuestro cuerpo físico también viva en armonía y así no nos enfermemos y tal y como decía uno de mis héroes nacionales favoritos, el sabio Mahatma Ghandi » la felicidad sucede cuando lo que piensas, dices y haces está en armonía»… mientras alguna de estas variables no se cumpla no podremos liberarnos de ese malestar que produce esa desarmonía que nos causará estrés, insatisfacción, tristeza, incertidumbre.. Y no es para menos.

Otra de las premisas importantes para sentirnos satisfechos y equilibrados es no exigir a los demás más de lo que nosotros ofrecemos, así cómo agradecer aquellas cosas que otros nos han dado con cariño y valorarlo sin juzgar. Sentarnos a reflexionar sobre estas cuestiones nos aportará calma y serenidad y evitaremos que nuestro sistema inmunitario se resienta y nos muestre señales de que nos estamos equivocando con nuestra manera de ver y llevar la vida.

Estar rodeado de las personas acertadas ya es en sí el gran acierto. En Medicina China las cuestiones emocionales tienen un gran peso y no por convicciones del más allá si no porque cómo nos comportamos en nuestro entorno, como socializamos, como nos cuidamos físicamente repercute directamente en nuestro organismo y por ende en nuestra salud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *